Asturias está jalonada por pueblos preciosos, encantadores, marineros. Pueblos blancos acariciados por el mar, de bellos paisajes y acantilados, verdes valles e increíbles playas. Todo este conjunto perfecto tiene su ejemplo en el pequeño pueblo de Cudillero, de apenas 5000 habitantes, una preciosa localidad cuyo símbolo más característico es su puerto pesquero y sus casitas de colores. Al igual que si se tratase de la época romana la villa de Cudillero cuenta para la satisfacción propia, y para el disfrute del turista por su disposición arquitectónica y su ubicación, de un hermoso anfiteatro, donde las casas aparece superpuestas unas sobre otras aprovechando cada rincón minucioso.
miércoles, 22 de enero de 2014
Anfiteatro
Al igual que si se tratase de la época romana la villa de Cudillero cuenta para la satisfacción propia, y para el disfrute del turista por su disposición arquitectónica y su ubicación, de un hermoso anfiteatro, donde las casas aparece superpuestas unas sobre otras aprovechando cada rincón minucioso. Recibe el nombre de “anfiteatro” pues las casas simulan los palcos y la plaza sería la escena. Una de las cosas que más caracteriza este lugar es el colorido que lucen las casas sobre todo en las ventanas y en los aleros.
Asturias está jalonada por pueblos preciosos, encantadores, marineros. Pueblos blancos acariciados por el mar, de bellos paisajes y acantilados, verdes valles e increíbles playas. Todo este conjunto perfecto tiene su ejemplo en el pequeño pueblo de Cudillero, de apenas 5000 habitantes, una preciosa localidad cuyo símbolo más característico es su puerto pesquero y sus casitas de colores. Al igual que si se tratase de la época romana la villa de Cudillero cuenta para la satisfacción propia, y para el disfrute del turista por su disposición arquitectónica y su ubicación, de un hermoso anfiteatro, donde las casas aparece superpuestas unas sobre otras aprovechando cada rincón minucioso.
Asturias está jalonada por pueblos preciosos, encantadores, marineros. Pueblos blancos acariciados por el mar, de bellos paisajes y acantilados, verdes valles e increíbles playas. Todo este conjunto perfecto tiene su ejemplo en el pequeño pueblo de Cudillero, de apenas 5000 habitantes, una preciosa localidad cuyo símbolo más característico es su puerto pesquero y sus casitas de colores. Al igual que si se tratase de la época romana la villa de Cudillero cuenta para la satisfacción propia, y para el disfrute del turista por su disposición arquitectónica y su ubicación, de un hermoso anfiteatro, donde las casas aparece superpuestas unas sobre otras aprovechando cada rincón minucioso.
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